We Heart It
La semana pasada tuve la grandiosa oportunidad de tener mi primera clase de caricatura como electiva en la carrera. Algunos se preguntaran ¿Qué son las electivas? (mi madre lo hace todo el tiempo). Pues estas son una serie de materias que nos otorga la universidad que son complementarias a nuestra carrera y que se acomodan a nuestros intereses. Es decir, a mi me gusta dibujar así que elegí “caricaturas”, si a otra persona le gusta los sucesos puede seleccionar “periodismo criminal”, si a otro le gusta la moda entonces se va por “periodismo de farándula”.
Así sucesivamente.
Siempre me ha gustado dibujar, en algunas oportunidades compartí aquí en el blog dibujos que había hecho, en especial, sketch de mis piezas favoritas de las semanas de la moda más importantes del mundo. También las compartía en Instagram, así que verán que hay varios de mis dibujos allí. Igualmente, hace mucho tiempo en una de las cátedras de periodismo nos tocaba los géneros de opinión y, para mí, fue grandioso poder hacer caricaturas con todos sus significados y todo lo que esto conllevaba.
Hace mucho tiempo yo sabía que esa materia era una electiva, sin embargo, la primera vez que me toco meter electiva no se encontraba en la lista. Afortunadamente, en esta oportunidad si estaba y lo mejor de todo es que la imparte una de mis profesoras favoritas, y puedo decir que la materia que me dio en el pasado fue la mejor de toda la carrera (quien no vio con ella cine se perdió de una de las mejores experiencias que esta carrera podría ofrecer). Así que al momento de verla en la lista, yo sabía que no podía dejar pasar la oportunidad; y allí estaba yo el pasado miércoles llena de entusiasmo para comenzar YA.
Y he aquí el meollo del asunto que quiero compartir con ustedes:
Resulta que la profesora realiza una dinámica bastante significativa e inusual que consiste en describirnos nosotros mismo para un clasificado (pequeño anuncio en un periódico). El ejercicio nos pone a pensar a todos en cómo podemos vendernos y que sea creíble, emocionante y atractivo.
Y entonces mi pregunta es ¿Cuán difícil es describirnos a nosotros mismo?
Puede sonar un poco cliché pero describirnos resulta ser una tarea tediosa, y yo creo que se basa en cómo queremos que los demás nos perciban y como nos percibimos nosotros mismos. Yo no sé en que posición de la balanza ponerme, si a favor o en contra de esta actividad, y no es que lo encuentre frustrante o innecesario, sino que pienso que, así como hay algunos de nosotros que nos definimos con facilidad, hay muchos otros de nosotros que ni siquiera nos conocemos como individuo. En la corriente humanística de la psicología, la teoría de la Pirámide de las Necesidades de Maslo expone que el último compendio de necesidades es la de la autorrealización; que en este contexto nos dice que llega un momento en la vida del hombre donde este revisa el pasado y le gusta lo que ve, por lo tanto NO se arrepiente de las decisiones que tomó ni de las cosas que hizo ya que todo era necesario para llegar al camino que se encuentra ahora.
Desafortunadamente, muy pocas personas llegan a lograr dicha necesidad y se pasan los últimos años de sus vidas lamentándose porque no tomaron las decisiones correctas ni lograron los sueños que se propusieron. Y mi punto con todo esto, es que, citando las palabras de mi hermana “un joven de 15, 18 años no puede saber si está autorrealizado porque aún le queda mucho por vivir”. En tal sentido, yo considero que muchas veces describirnos a nosotros mismos tiene mucho que ver con la autorrealización, porque todo lo que vivimos y experimentamos nos hace las persona que somos hoy.
Por ejemplo, la primera vez que la profesora me dio clase y nos hizo escribir el clasificado yo puse algo como “soy chiquita pero siempre consigo lo que quiero”. En ese momento yo apenas si tenía la mayoría de edad y sólo tenía un año de haber comenzado la universidad, algo así como que aún era nueva en todo esto. Sin embargo, en esta oportunidad mi vida está más definida en lo que quiero hacer, en lo que soy y las cosas que me gustan, por lo que escribí “Bloguera, lectora, escritora, amante de la vida y las cosas bonitas… soy de esos que siempre buscan lo mejor en las personas…” y otro montón de cosas sobre mi espiritualidad y mi filosofía de vida.
Pero lo importante en todo esto es que mi descripción fue más madura que la anterior y al mismo tiempo puede ser tan infantil porque yo no sé qué será de mí en unos 5 años cuando pueda que escriba un nuevo anuncio sobre mí. Y les digo que al principio fue difícil de comenzar, yo simplemente no sabía que escribir, mentalmente tenía esa disyuntiva de si debía ser lo más honesta posible y parecer muy real, o sólo colocar mis mejores virtudes y hacer más atractiva mi descripción, y créanme que literalmente, busque a lo largo de toda mi vida para encontrar algo que escribir. A la final, lo logre haciendo un boceto en ingles (pero eso es un tema para otro post), y déjenme decirles que después de escribir biografías para mis blogs y redes sociales es como que muy irónico no ser capaz de escribir una mini biografía para una clase de universidad.
En fin, no es que este diciendo que la dinámica de la profesora me disgusta, más bien creo que es original, divertida (luego leer lo que escribimos en clase es súper genial) y una manera de definirnos. Pero, indudablemente, es difícil porque nos debemos preguntar ¿Quiénes somos? ¿Qué seremos? Y ¿Cómo queremos ser?
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